Al aumentar el número de trabajadores especializados en la conservación del medio ambiente, disminuyen las consecuencias negativas que afectan al mismo. Esta realidad repercute de manera positiva tanto en nuestra sociedad como en los propios y futuros agentes forestales.

Ya el pasado mes de enero los responsables del cuidado y mantenimiento rural de Castilla y León se reunían con la directora encargada de la función pública. Los agentes medioambientales aprovecharon dicha reunión para exponer los beneficios que supondría un incremento de plazas.

El Consejero de la Presidencia comunicó a finales de febrero que se convocarían un total de 112 plazas entre agentes forestales y técnicos de gestión económico-financiera.

En la actualidad el número de plazas vacantes dirigidas a Agentes Medioambientales para Castilla y León es de 92. 

Que esta cifra irá en aumento es un hecho. O al menos, a esto se ha comprometido la junta de Castilla y León.  Ya no sólo debido a la creciente importancia de esta profesión, sino también a que debido a las inminentes jubilaciones en este colectivo profesional, la convocatoria de nuevas plazas se ha convertido en una imperiosa necesidad, si se quiere seguir protegiendo nuestro medio ambiente. Se espera un elevado número de bajas que darán paso a nuevos Agentes Medioambientales. 

Beneficios de un aumento de Agentes Mediambientales

Con esta modificación, la directiva pretende alentar a la población más joven a quedarse en Castilla y León, asegurándoles un buen futuro. 

Dicho incremento de plazas generará consecuencias positivas a muchos niveles.

Para los Agentes Mediambientales supondría la posibilidad de  cuidar y mantener el lugar donde han crecido, ejerciendo la vocación que tanto aman.

Contar con la disponibilidad de un mayor número de Agentes Forestales encargados de proteger nuestro entorno, otorga seguridad y aumenta su atractivo. Una mejor calidad de vida estará asegurada, haciendo de Castilla y León un referente para otras comunidades autónomas.